B"H
Los invito a reflexionar sobre un tema siempre actual , no avergonzar al prójimo :
Behar - No os engañeis uno a otros.
Dos veces encontramos en nuestra Parasha el imperativo “lo tonú”... "No os engañes....el uno (a su hermano) (25:14) y (uno a otro) (25:17).
Los Sabios nos traen un ejemplo:
Si una persona volvió al camino del judaísmo, no le digas "recuerda aquellos días..." y si es hijo de conversos, no le recuerdes... quienes eran sus padres..., si sufre de alguna enfermedad, los sufrimientos lo acosan, entierra a su hijos.... no le digas como dijeron los compañeros de Yiov (Job) "Tu temor a D-s no es tu confianza, Tu esperanza y la integridad de tus caminos" (4:6)
Vio a carreteros buscando cereal, o vino, no les digas "vayan a lo de fulano...." y éste no trabaja en el ramo.
Rabí Yehuda dice: "No te fijes en una mercancía, pregunta el precio... y no la quieres comprar".
Si un converso viene a ti, y quiere estudiar Torá, no le digas: "Una boca que comió alimentos prohibidos..... viene a estudiar Torá, que fue entregada por HaShem" (Baba Metzía 58:2).
No des consejos malos a nadie.
Así nos explica Rabí Aharón, en su libro Sefer Hajinuj (341).
A mucha gente la palabra hiriente le parece mucho más cruel que el engaño comercial. A ello se debe que nuestros Sabios hayan enfatizado reiteradamente el celo que se debe tener de no incurrir en ella, ni siquiera mediante insinuaciones. Resultaría imposible enumerar todas las instancias que causan aflicción. Cada cual deberá extremar sus recaudos asistido por el honesto criterio propio, pues D-s conoce cada uno de sus pasos y pensamientos. Y pese a que no hay pena de Malkut por esta trasgresión... pues no involucra acción... el hombre a de recordar que el Amo Supremo que nos lo ordenara cuenta con muchas maneras de cobrarse además del látigo.
Hasta con los niños, inclusive los propios hijos e hijas, conviene evitar su aflicción con palabras, fuera de lo indispensable para su educación.
Quien así haga, hallara vida, bendición y gloria.
No obstante, no creo que si alguien es atacado verbalmente deba enmudecer como una piedra y no responder. Además, su silencio sería interpretado como reconocimiento de las acusaciones. Es cierto que la Torá nos ordena tomar distancia de este rasgo de carácter, no ser iniciador de pleitos y discusiones..... pues al hombre pacífico no lo atacan si no los necios que no merecen ser tomados en cuenta....; pero si otro nos obligara la réplica, actuaremos como el sabio que responde con altura y educación, sin dejarse arrastrar por la ira..... pues esta descansa en el seno de los tontos.... , justificándonos, en una sociedad, donde la conducta moral de sus miembros deja mucho que desear. El mensaje de la Torá siempre nos deja un hálito de pureza y motivación.
Moreh Yehudah Ben Avi.